top of page

Lo que no se ve detrás de lo que muestro.


Muchos no saben, porque me interesa tanto el rol de la mujer en esta sociedad, o por que me he interesado tanto por formar un equipo de muchas mujeres, fomentando, y contribuyendo a disminuir esa brecha de género en lo profesional. Ayudándolas desde este lado. Aportando mi granito de arena en este mundo tan poco equitativo.

Empoderándolas. Creo que a través del ejemplo y la valentía también se puede motivar.

Aunque no sea la más adecuada con las palabras, ni la más hábil a la hora de comunicar, intentaré transmitir algo desde de mi corazón.

Mi diagnóstico de autismo fue tardío. Salí del “auticloset” a mis 40 años, y así entendí porque había recibido tanto “bulling” desde niña. Y por qué nunca encajé en la sociedad.

Descubrí que tengo un cerebro neurodivergente, “un software distinto” por así decirlo. Proceso la información, y percibo el mundo de manera diferente. Ni bien ni mal, solo diferente.

Muchas de nosotras disimulamos, y hacemos “masking” para tratar de ser aceptadas. Es algo que llevamos en nuestro ADN, la necesidad, siempre presente, de “pertenencia” a algo, a un grupo, o a la sociedad.

En mi vida he pasado por mucho, y lo he vivido muy rápido y muy intensamente. Muchas veces en blanco y negro, sin grises. Hoy me siento un alma de 80 a mis 41 años.

Desde chica crecí y viví en una casa, donde vi con mis propios ojos como mi madre, por ser dueña de casa, ¡había renunciado a todo!, a su trabajo, a su profesión, a sus hobbies, incluso a su propia felicidad y autocuidado. Pero eso era ¨normal” y estaba bien visto en esa época.

Eso me marcó profundamente, pues el resultado de todos esos años de depresión, derivó en una enfermedad neurodegenerativa, por la cual su salud se fue deteriorando “hasta que su espíritu se apagó por completo”. Mi padre era su cuidador, pero terminó yéndose antes que ella. Todos como familia nos vimos muy afectados.


He sentido mucho miedo, ansiedad, angustia y depresión. He tratado de desafiarme hasta

“resetear un nuevo software en mi cabeza.” He querido siempre construir una mejor versión de mí misma.

Todo esto que he sentido en carne propia, lo he aprendido a canalizar a través de muuuuuuuuuucha perseverancia. Porque siempre volvía una y otra vez a esa voz que decía en mi interior, “nací fallada”, o “soy la oveja negra de la familia”.


Pero en la perseverancia descubrí una potente fuerza, y en la tristeza descubrí una brillante resiliencia que me ha sido dada y que me ha permitido atravesar los días mas negros y me ha permitido subir a los cerros más escarpados.

He aprendido que los opuestos son complementarios. Que la noche no existe sin el día. Que la llanura no existe sin la montaña, Y que la felicidad no existe sin la tristeza.

Y si… es el ying y el yang, son las diferentes caras en una misma moneda. Y son todas juntas, en el mismo lapso, en el mismo instante. Si intentáramos eliminar una, la otra no existiría. O no seríamos capaces de verla.

Hace poco, algo me hizo “click” cuando leí mi carta natal. Esta dice “naciste para dirigir, crear, investigar, y curar. Una de tus misiones es proteger a otros, enseñar a actuar con valentía y coraje, enseñar a vivir el amor con toda su intensidad.”

Y dije, ¡Wow!, que fuerte, ¡Tremenda responsabilidad! Si no lo hiciera, no me estaría honrando, y tampoco estaría honrando a mis antepasados.

Y déjame decirte algo, el camino no ha sido fácil, ni ha sido corto, y aún no se acaba.

Continúa lleno de dificultades, obstáculos, heridas que me hacen crecer. Heridas que han estado muy expuestas y otras que han sanado. Y otras aún por trabajar.

Muchos desafíos. Casi a diario. ¡Pero los desafíos son buenos!. Son oportunidades para expandirnos, para crecer, aunque sean incómodos, aunque uno no tenga ganas, aunque nos duela hasta las pestañas.

Y como si esto fuera poco, no podemos resistirnos, porque “a lo que te resistes, persiste.” Muchas veces tapamos nuestras emociones, las negamos. Pero debemos escucharlas, vivirlas y atravesarlas, para luego procesarlas.

No es de la noche a la mañana. En mi caso, incorporé herramientas que me han ayudado mucho, como el psicoanálisis, distintas terapias y libros de autoayuda en cantidad ilimitada. Deporte, y más deporte.

Y si.. Se requiere un trabajo arduo, y tomar acciones.

Acciones, como cuando ¨agarre el auto y me fui”. Me fui de mi casa sola, a los 23 años, ¡¡¡¡a otro país!!! y sin ayuda de mis padres. Ni de nadie, con solo un par de “latas de atún en mi maletero” pero mucha energía y sueños por cumplir;

Como cuando pasé por un hostel, una pensión, y luego logré arrendar mi primer departamento a pesar de no tener antecedentes, o un aval. ¡Como cuando me lancé con mi primer crédito hipotecario a los 26! Que locura, tener mi propia casa.

Como cuando logre convalidar mi título en la Universidad de Bs As y En la Universidad de Chile, aunque todos creían que estaba loca por hacer doble “proyecto de título”

Como cuando decidí “tirarme a la piscina” y crear Antico Studio, aunque llevaba a cuesta un vacío existencial, 2 hijos recién nacidos (casi gemelos) y el duelo de mis 2 padres al mismo tiempo. Si, leíste bien, mis 2 padres fallecieron al mismo tiempo, y al mismo tiempo me convertí en madre. Sin red de apoyo, sin familia en un país que no era el mío. Y con un marido que no entendía porque mejor no me quedaba encerrada en casa a cuidar a los niños y que mi trabajo no era importante, pues era solo “hacer dibujitos”.



Y la lista continúa.

La vida es hoy.

No hay después, no hay mañana, la vida es corta

Esa laaaaaaaaaarga lista de ¨NO¨! que obtuviste a lo largo de tu vida, es que te permiten ser quién eres hoy.

Abraza a esos ¨NO¨. Abraza a la persona que te dijo que “no podrías conseguirlo”, que “no podrías conquistarlo”, y PERDONALO. Toma esa rabia, y esa frustración, porque ese es tu motor, es una energía activa que la puedes transformar, que es movilizadora.

¡Y quiero obtener más ¨NO¨! Constantes ¨NO¨, como ahora, que estoy escribiendo este post y que me tiemblan las manos, se me acelera el corazón, y dudo, pero me digo a mí misma “lo voy a publicar igual”.

Para todas aquellas que se sientan atrapadas, nunca duden del poder que hay en su interior. El camino es duro, pero “sin dolor no hay ganancia”. Hoy llevo la bandera bien alta por todas esas mujeres que están sufriendo por la desigualdad y por las víctimas de la violencia (física o psicológica), por esas mujeres que aún son tratadas como objetos o como inferiores.

Si intentas y te va mal, vuelve a intentarlo. Recuerda que no hay límites. Nuestros límites, los ponemos nosotras mismas.

Hoy quiero dejarte un mensaje:

Puedes seguir tus sueños con energía, determinación, perseverancia y resiliencia.

Si yo pude, tú también puedes. Ve por ello

Porque calladita no te ves más bonita. Deja de mirar el suelo y empieza a mirar el cielo.

Tú eres líder, tú eres inspiradora, tú tienes el poder, tú tienes que hablar, tú eres resiliente.

8 M

Mujeres Lideres

Mujeres Inspiradoras

Mujeres Neurodivergentes

Mujeres e inclusión

Mujeres Empoderadas

Mujeres que hacen negocios con alma

Mujeres Resilientes

Mujeres Fuertes

Mujeres perseverantes


24 visualizaciones0 comentarios